lunes, 7 de mayo de 2007

LOS DE LA ORILLA

Rompiendo espinas
con altos hachazos, duros, agrios,
descalzados, con puñetazos podridos
como un cerebro reseco en mitad de la pampa,
prendido a los ojos morbosos de los mundos
alrededor,
así avanzan, cuando pueden,
juntando las conchas de la arena, los vidrios rotos,
cambiando mares por nombres difuntos,
avanzan en su infancia junto a los ladridos,
extraviados al oriente de la cruz y de la mano
de las gallinas que nunca podrán poner un huevo.


(Febrero de 2007)

1 comentario:

ela dijo...

En un comienzo me recordó un cuadro que me gusta mucho, luego me recordó una situación de la cual leí ya antes. Me saben a dos y no a uno.